CAMBIO DE ESCUPIDEZ
Esto es una escupidez “Un día decidí quererte… -¿Cómo?-, fue eso, pues de repente, con la misma sensación de recibir una noticia, así de improvisto debo aceptar la trillada figura de Cupido y su flecha mortal, que me dejó, no sólo malherido, sino con la seguridad de que esta vez, con esta flecha la cosa iba a ser terminal. En efecto me encontré enfermo de muerte, sin otra esperanza más que encontrar la poción salvadora, en tus labios recorriendo tu espalda y aquellos sospechosos surcos. Al final con la ilusión de encontrar algún camino de alivio a esa angustia incrustada en la mitad de mis ansiedades. Buena puntería, arquero cruel, habías disparado flechitas infectaditas de amorcito, pero esta, o mejor, con esta, has ido perfeccionando tu técnica, disparaste en el momento que abrí los brazos, para abrazarla, pero, la pregunta es ¿de qué estaba hecho aquel veneno? A ti te hablo: ¡Señor Dios Cupido!, pues, esta herida no es, un juego quizá, es